Los tuvieron retenidos hasta el 3 de junio en la cercana cárcel de Agiá, en la región de Chaniá y el 4 de junio fueron trasladados a la fortaleza de Heraklio utilizada como cárcel por los nazis.
Finalmente, después de días de padecimientos, hambre y desesperación, el 7 de junio fueron embarcados en el puerto de Souda, en un barco de vapor, el Tanais: 340 judíos cretenses, 48 griegos rebeldes de la resistencia y 112 italianos antifascistas que se habían unido al ejército Aliado. ¿Su destino? Juntarlos en Atenas con el resto de prisioneros judíos griegos para conducirlos a la muerte de Auschwitz.