Nuestro primer destino será el monasterio de Arkadi, situado en las inmediaciones del monte Psiloritis, la cumbre más alta de Creta, con 2.500 mts.
El monasterio inicial era del s. V pero el actual es del s. XVI, de la época veneciana. Además de su importancia como monasterio y centro de artes y ciencias, es un símbolo de la resistencia cretense durante la ocupación otomana. En el 1866, en la sublevación contra los turcos 940 personas, entre ellas muchas mujeres y niños encontraron refugio en el monasterio. Después de tres días de lucha, y viéndose perdidos, hicieron estallar los barriles de dinamita que había en el polvorín prefiriendo la muerte a la derrota. Este fue un punto de inflexión en la lucha del pueblo griego por su independencia ya que atrajo la atención de Europa hacia su causa.
Nuestra segunda parada será la antigua ciudad de Eleutherna, fundada por los dorios en el s. IX a. C. en un fértil valle con abundancia de agua y vegetación y contacto visual con el mar, lo que favoreció su crecimiento.
Las excavaciones, que desde el año 1985 lleva a cabo la Universidad de Creta, dan fe de la ocupación del lugar desde el calcolítico (3000 a. C.) hasta la época bizantina. Podremos ver:
- el cementerio de la época geométrica. Las tumbas contenían numerosos hallazgos que ayudan a los arqueólogos a comprender cómo era la vida cotidiana. Por ejemplo, se han corroborado las costumbres funerarias descritas por Homero en la Ilíada, cuando habla de la pira funeraria de Patroclo.
- Cisternas abovedadas romanas.
- Restos de las murallas de la época helenística, torre y cisternas romanas, basílica bizantina y diferentes construcciones de la época helenística, protocristiana y bizantina.
- El museo de Eleutherna: en este pequeño pero interesante museo hay expuestas piezas encontradas en las excavaciones y podemos tener una visión de su importancia.
Terminamos nuestra excursión visitando el bonito pueblo de Margarites, a 5 km de Eleutherna. Este pueblo fue famoso por su alfarería desde tiempos remotos y hoy en día se pueden ver restos de antiguos talleres y por supuesto modernos, ya que sus habitantes siguen dedicándose a ello.
Podremos pasear por sus bonitas calles, llenas de pequeñas iglesias, visitar algún taller de cerámica donde conocerremos curiosos diseños antiguos y degustar una buena comida para descansar el cuerpo y el espíritu.