Su relieve es especialmente montañoso. Las montañas cubren la mitad de la isla. ATENCIÓN: Este dato es muy importante, ya que hay que tenerlo en cuenta para calcular nuestros recorridos por la isla.
Las principales ciudades se encuentran en el norte, donde el relieve es más suave, y hay una carretera principal, llamada E75 y E65 en algún tramo, que recorre la isla por el norte, de este a oeste.
Principales cordilleras: De oeste a este hay tres grandes bloques de montañas: Lefká Ori-“Montañas Blancas” (máxima altura 2.453 m), en la región de Chaniá. Idi o Psiloritis (2.456 m) en las regiones de Rethimno y Heraklio y Dikti (2.148 m) en la región de Lasithi.
La sierra Lefká Ori es la más grande, con 30 km de largo por 25 de ancho, y forma espectaculares paisajes lunares. Tiene ese nombre no sólo porque en invierno sus cumbres están nevadas, sino que por la composición de la roca caliza, con la luz del sol de la mañana se produce un engaño óptico y parece que están permanentemente cubiertas de nieve.
Economía: El turismo es la principal fuente de riqueza. Los productos agrícolas principales son aceitunas, cítricos, uvas y cereales. En cuanto a la ganadería hay principalmente ovejas y cabras. En el sector industrial destaca la industria alimentaria, la fabricación de jabones (de miel y aceite, entre otros) y la textil.
Historia: Creta desde el año 3100 al 1200 a. C. fue el centro de una próspera civilización denominada civilización minoica, considerada la primera civilización avanzada de Europa, en medio de la edad de Bronce. Una civilización basada en el comercio marítimo y la agricultura, que desarrolló una sociedad con fuerte especialización, ciudades-estado, escritura (jeroglífica, lineal A y lineal B) y una rica arquitectura. Las muestras más importantes que han salido a la luz de esta civilización son los palacios de Cnosós y Festós y diversas necrópolis. La visita alMuseo Arqueológico de Heraklio es imprescindible para admirar esta cultura. Las causas de su desaparición todavía no están claras, aunque diversos fenómenos como terremotos y la erupción del volcán de Santorini, tuvieron que ver en su ocaso.
Posteriormente, en 1100 a. C., con la invasión de los dorios, Creta formó parte del territorio y la cultura griegas. Homero nos habla de las 90 ciudades-estado de Creta, entre ellas Cnosós, Aptera, Eleutherna, Olous, Lissos etc.
En el año 67 a. C. se completó la conquista romana, siendo un periodo de prosperidad, con aumento de la población, construcción de obras públicas etc. Cuando en 395 el imperio romano se dividión en el imperio de Oriente y Occidente, Grecia, y Creta con ella, pasó a formar parte del imperio de Oriente o Imperio bizantino. Formó parte del imperio, hasta que en 1204, durante las cruzadas, Constantinopla cayó en el poder de los Caballeros Cruzados y estos dividieron el vasto territorio del Imperio. Creta correspondió al genovés Bonifacio de Montferratole, quien la vendió a los venecianos, que se instalaron allí en 1211.
A partir de ese momento pasa a ser parte de la Serenísima República de Venecia, durante 400 años, no exentos de conflictos con la población local, hasta que en 1669 es tomada por los otomanos, e incorporada al Imperio otomano, que se extendió por el Mediterráneo oriental. En los 200 años que duró esta ocupación se produjeron múltiples revoluciones, las más importantes las de 1821 y 1866, hasta que en 1898 se logra la liberación de Grecia. El s. XX está marcado por la definición de las fronteras del nuevo estado griego, y finalmente en 1913 Creta se incorpora a Grecia.
En la II Guerra Mundial fue ocupada por Alemania durante la repartición de Grecia entre Alemania, Italia y Bulgaria, sufriendo bombardeos, represalias y gran número de muertos.
Como vemos, su historia es dura, lo mismo que su geografía, lo que explica su carácter fuerte y orgulloso, un rasgo que podréis ver en vuestro viaje.
Creta es un lugar mágico y no es extraño que esta isla haya dado pie a leyendas de todo tipo. La mitología ubica en Creta el nacimiento del dios de dioses Zeus , en la cueva de Dikteon Andron. Otro fabuloso mito es el del Laberinto del Minotauro, edificado por el rey Minos, hijo de Zeus y Europa, para recluir al Minotauro. En este laberinto, el héroe Teseo se enfrentó con el terrible Minotauro para librar a la isla de Creta de su presencia, pudiendo entrar y salir del laberinto gracias a la ayuda de Ariadna, hija de Minos, y su hilo conductor.